La relación entre seres humanos y animales de compañía ha existido desde tiempos inmemoriales. A lo largo de la historia, los perros y gatos, e incluso otras especies como caballos, conejos o aves, han aportado compañía y bienestar en nuestros hogares. Sin embargo, en los últimos años se ha observado un auge en el uso de la llamada “terapia asistida por animales”, un enfoque terapéutico que aprovecha el vínculo afectivo entre las personas y su fiel compañero para mejorar la salud física, emocional y mental. En este artículo, te explicaremos qué es la terapia asistida por animales, cuáles son sus beneficios y en qué ámbitos se aplica, para que descubras cómo puede influir positivamente en la calidad de vida de muchas personas.
¿Qué es la terapia asistida por animales?
La terapia asistida por animales (TAA) se define como un proceso terapéutico estructurado en el que participa un animal con ciertas habilidades o preparación, junto con un terapeuta o profesional de la salud, con el objetivo de lograr metas específicas en la rehabilitación o el cuidado del paciente. Esta modalidad no se limita únicamente a perros o gatos; también se pueden utilizar caballos (equinoterapia), delfines o conejos, entre otros.
A diferencia de la simple compañía de un amigo peludo, la TAA busca un fin terapéutico, con sesiones diseñadas y supervisadas por expertos. El animal cumple un rol activo en el proceso, motivando al paciente a participar y a establecer un vínculo que favorece la comunicación y el progreso en distintas áreas de la salud.
¿Por qué los animales tienen efectos terapéuticos?
El papel que desempeñan los animales en la terapia se basa en su capacidad de conectar con nosotros de un modo especial. No juzgan, no exigen explicaciones complicadas y ofrecen un afecto incondicional que puede ser reconfortante y motivador. Este vínculo humano-animal provoca una serie de cambios fisiológicos y psicológicos:
- Reducción del estrés: El contacto con un fiel compañero produce la liberación de hormonas relacionadas con el bienestar, como la oxitocina, y reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Mejora del estado de ánimo: Pasar tiempo con animales puede elevar los niveles de dopamina y serotonina, neurotransmisores asociados con sensaciones de placer y felicidad.
- Facilita la comunicación: Para algunas personas con dificultades sociales o trastornos del desarrollo, comunicarse con un animal puede ser un paso previo y seguro para ganar confianza y después relacionarse con otras personas.
- Genera motivación y responsabilidad: Cuidar de un amigo de cuatro patas requiere atenciones diarias, lo que aumenta la sensación de responsabilidad y logro.
- Mejora de la salud emocional
La TAA puede ayudar a disminuir la ansiedad, el estrés y la depresión. Al interactuar con un animal, muchas personas sienten consuelo y estabilidad emocional. Además, para quienes han pasado por experiencias traumáticas o están en proceso de duelo, el apoyo de un fiel compañero en el ámbito terapéutico puede ser de gran ayuda para expresarse y manejar mejor sus emociones. - Aumento de la autoestima y la confianza
Lograr pequeñas metas en el cuidado o entrenamiento de un animal dentro de la sesión terapéutica fortalece la autoconfianza. Además, experimentar cómo el animal responde positivamente a sus interacciones impulsa la autoestima del paciente, haciéndole ver que es capaz de influir de manera positiva en otro ser vivo. - Estimulación física y motora
En casos de rehabilitación física, como en la equinoterapia, las personas pueden mejorar su equilibrio, coordinación y fuerza muscular al montar o interactuar con caballos. Lo mismo ocurre con los perros, que pueden fomentar el ejercicio o la participación activa en juegos adaptados a las necesidades de cada individuo. - Desarrollo de habilidades sociales
Para niños o adultos con dificultades de comunicación, la TAA resulta muy útil. El animal actúa como un mediador que facilita la interacción social. A través de la comunicación con el amigo peludo, los participantes van entrenando su capacidad de empatía y escucha, mejorando la forma en que se relacionan con otras personas. - Apoyo en trastornos psicológicos y mentales
Diversas investigaciones señalan que la terapia asistida por animales puede ser beneficiosa en el tratamiento de trastornos como el autismo, la esquizofrenia o el trastorno de estrés postraumático. Si bien no sustituye la atención profesional, sí puede potenciar los resultados de otros tratamientos médicos o psicológicos. - Geriátricos y residencias
En España, cada vez es más común observar programas de visitas de perros entrenados a residencias de mayores. Las personas de la tercera edad se benefician enormemente del afecto y la compañía de estos animales, aumentando su motivación y reduciendo sentimientos de soledad o aislamiento. - Hospitales y clínicas
Algunos centros hospitalarios han incorporado sesiones de TAA para pacientes ingresados durante largos periodos. La presencia de un amigo de cuatro patas puede disminuir la ansiedad preoperatoria y aportar un momento de alegría y distracción en situaciones médicas complicadas. - Centros de educación especial
Niños con necesidades educativas especiales, como el autismo o el síndrome de Down, pueden progresar en su comunicación y autonomía gracias a la intervención de perros de apoyo o caballos en terapias específicas. Estas actividades fomentan la concentración y la interacción social de forma lúdica. - Procesos de rehabilitación física
La equinoterapia, por ejemplo, resulta muy beneficiosa para quienes sufren problemas de movilidad o posturales. Montar a caballo estimula la musculatura y ayuda a mejorar la coordinación. Otros animales, como los perros, pueden participar en terapias de estiramiento y ejercicios ligeros para la recuperación de personas con secuelas motoras.
Principales beneficios de la terapia asistida por animales
Ámbitos de aplicación de la terapia asistida por animales
Recomendaciones para acceder a la terapia asistida por animales
- Buscar profesionales acreditados
Si estás interesado en la TAA para ti o un ser querido, verifica que el centro o terapeuta cuente con la formación y la experiencia adecuadas. Es fundamental que el proceso esté supervisado por expertos en comportamiento animal y por profesionales de la salud (psicólogos, fisioterapeutas, etc.) según corresponda. - Conocer las necesidades específicas del animal
Los perros o caballos que participan en terapias asistidas requieren un entrenamiento especial y un estado de salud óptimo. Además, es importante que disfruten de este trabajo y no muestren signos de estrés o fatiga. - Consultas previas al veterinario
Los fieles compañeros que participan en TAA deben contar con un control veterinario estricto: vacunas, desparasitaciones y revisiones regulares. Es una forma de garantizar la seguridad e higiene tanto para el animal como para los participantes en la terapia. - Tener expectativas realistas
La terapia asistida por animales puede ser muy efectiva, pero no es una solución milagrosa ni inmediata. Cada persona evoluciona a su propio ritmo, y es importante complementar este enfoque con otros tratamientos y cuidados.
La terapia asistida por animales se ha consolidado como una herramienta valiosa para mejorar la salud física, emocional y mental de las personas. Desde ayudar a niños con dificultades para comunicarse hasta acompañar a ancianos en la soledad de una residencia, los fieles compañeros que participan en estos programas logran un impacto positivo que muchas veces supera nuestras expectativas.
Si estás pensando en recurrir a esta modalidad para ti o para un ser querido, recuerda informarte bien, buscar profesionales reconocidos y asegurarte de que el animal se sienta cómodo y adecuadamente supervisado. Con el enfoque correcto, la terapia asistida por animales puede ser una experiencia transformadora, capaz de generar cambios notables en la calidad de vida de quienes la reciben.
