Seguro que sabes que a tu perro no le gusta quedarse solo en casa. Pero lo que puede que no sepas es que un alto porcentaje de perros, que puede llegar hasta el 40 %, sufren lo que se llama ‘ansiedad por separación’. ¿En qué consiste? Se trata de un estado de estrés derivado de no tener acceso a nosotros, un síntoma de su incapacidad para gestionar su soledad. Se considera un trastorno de comportamiento grave desde el punto de vista de la etología clínica canina, disciplina que se encarga de valorar, diagnosticar y tratar esta patología de conducta. Además, este trastorno de gestión emocional afecta de manera muy negativa al bienestar de nuestra mascota y al vínculo afectivo con los humanos.
“Mi perro no puede quedarse solo en casa: llora, ladra, destruye”, “no puedo hacer nada porque me tengo que llevar el perro a todas partes”, “los vecinos me quieren denunciar porque mi perro ladra y llora cuando yo no estoy”… Es posible que hayas escuchado este tipo de expresiones en alguna ocasión.
En definitiva, cuando un perro manifiesta una dependencia obsesiva de la persona y experimenta miedos y fobias al quedarse solo, se puede afirmar que padece ansiedad por separación. Este trastorno del comportamiento presenta síntomas comunes en la mayoría de las ocasiones, como ladrar, llorar, rascar las superficies, o incluso intentar huir o autolesionarse.
Posibles causas
Hay varias razones que podrían suponer un detonante para este trastorno del comportamiento:
- Destete precoz: los cachorros separados de su madre antes de las 8 semanas pueden tener más propensión a sufrir ansiedad por separación. Normalmente, esto se debe a que el tiempo de interacción no ha sido suficiente, y el animal no ha podido adquirir ciertas pautas de comportamiento.
- Traumas: experiencias negativas que tuvieron lugar cuando el perro estaba separado o alejado de su humano, por lo que desarrollan determinados tipos de miedo a la soledad.
- Hiperapego patológico: cuando sienten un fuerte apego por sus referentes y ello motiva problemas relacionados con la ansiedad por separación.
- Cambios en el contexto familiar: una rutina alterada, nuevos hábitos…pueden desencadenar este trastorno.
Síntomas de la ansiedad por separación
Hay determinados comportamientos que no son normales y que nos pueden hacer sospechar que nuestra mascota sufre este tipo de alteración. Algunos de los más comunes son:
- Comportamiento destructivo. Al quedarse solo en casa, el perro puede llegar a destrozar objetos, muebles o esparcir basura.
- Hacer sus necesidades dentro de casa. Si tu perro está bien adiestrado y nunca lo hace dentro de casa, este comportamiento inusual es sintomático.
- Ladrar, llorar… de manera excesiva.
- Hipersalivación: el animal al experimentar ansiedad empieza a babear de forma excesiva y, a veces, nos topamos con charcos de saliva en el suelo al volver a casa.
- No beber, ni comer… ni hacer caso de sus juguetes.
- Posibles diarreas o vómitos.
- Movimientos repetitivos, en círculos o sobre un mismo recorrido.
- Señales de depresión como inactividad o apatía general.
- Tendencia a autolesionarse.
Pautas y consejos
La principal tarea es buscar la causa real de su cambio de comportamiento. El tratamiento de este trastorno de gestión emocional combina varios aspectos:
- Cambios del entorno del perro: es preciso proporcionarle estimulación física y mental para reducir sus niveles de ansiedad.
- Terapia de modificación de conducta: implica enseñar al perro a tolerar la separación. Hay estudios que demuestran que si el perro puede predecir cuándo su humano va a dejarlo solo, la ansiedad es menor.
- Tratamiento con psicofármacos: a veces es necesario recurrir a la medicación para minimizar los niveles de ansiedad del perro y permitir el aprendizaje, pero solo debe usarse como complemento a la terapia conductual, siempre bajo prescripción veterinaria.
- Uso de feromonas apaciguadoras y otros relajantes: se suele optar por esta estrategia como complemento a la terapia de modificación de conducta. Como no es un fármaco y está libre de contraindicaciones, suele ser una alternativa bastante recomendada.
Como complemento es importante seguir también determinados consejos, del tipo:
- No vuelvas a entrar a casa, una vez te has marchado, solo porque llora.
- Haz que tus salidas sean previsibles enseñando a tu perro a leer determinadas señales, como el hecho de ponerte el abrigo o coger las llaves antes de salir de casa.
- ‘Engaña’ a tu mascota con distintas y pequeñas salidas varias veces al día. Aunque al comienzo sean salidas falsas, formará parte del entrenamiento de tu perro.
- Deja estímulos para tu perro mientras no estás en casa. Alguna luz encendida, un sonido de fondo…, etc.
- Corregir la ansiedad por separación en los perros no es una tarea sencilla. Conlleva mucha dosis de constancia. Y siempre que creas que lo necesitas, acude a tu veterinario y busca ayuda de un especialista en ansiedad canina. Con paciencia y mucho cariño puedes lograr que tu perro supere sus miedos.
