Embarazo de una gata: síntomas, etapas y duración

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Las gatas pueden quedarse embarazadas durante su periodo de celo, un periodo que suele aparecer a partir del sexto mes de vida. Desde ese momento, si no tomamos medidas, como la esterilización, nuestra gata puede quedarse embarazada con facilidad. A diferencia de las perras, las gatas son poliéstricas estacionales. Esto quiere decir que, durante su estación reproductiva (que suele durar entre 6-7 meses), van a presentar varios celos separados por un corto periodo de tiempo. Esto está muy condicionado por las horas de luz al día; habrá más gatas en celo en los meses en los que haya más horas de luz, y viceversa.

El embarazo de una gata suele durar entre 58 y 67 días. Los gatos estarán gestándose en la barriga de la futura madre durante unas seis semanas, por lo que la duración del embarazo es de dos meses, aproximadamente.

No hay distinción para gatas primerizas. El tiempo de gestación de las gatas es idéntico tanto para felinas primerizas como para gestaciones sucesivas.

Etapas del embarazo de una gata

Las diferentes fases son:

  1. Proestro, que dura de uno a tres días. Es el momento en que apreciamos un cambio de comportamiento en nuestra gata, ya que suele estar más cariñosa, nos busca constantemente, maúlla, se frota, maúlla… Puede llegar a marcar el territorio con orina y elevar la pelvis y el rabo para mostrar sus genitales. No obstante, en esta fase la gata aun no se deja montar por ningún macho.
  2. Estro, que es la etapa que se asocia puramente al celo como tal. Durante esta etapa los comportamientos anteriores se acentúan incluso más y suele alargarse aproximadamente durante una semana. No obstante, a diferencia de las perras, no veremos enrojecimiento de la vulva ni descargas hemorrágicas. En esta etapa es cuando la gata va a mostrarse receptiva a los machos y, si es montada por alguno o varios de ellos, probablemente quede preñada, ya que se trata de animales que presentan ovulación inducida. Es decir, si la gata en estro es montada por un macho, se inducirá su ovulación y las probabilidades de que quede preñada serán muy elevadas (prácticamente el 100%).
    En función de si la gata ha sido montada o no (y si ha quedado gestante o no), pueden ocurrir varias cosas:
  3. Interestro: esta fase va a ocurrir si no ha habido apareamiento con el macho y, por consiguiente, la gata no ha quedado gestante. Se trata de una fase de descanso de en torno a unos 8-15 días tras la cual, volverá a entrar en celo.
  4. Diestro: la gata ha ovulado, bien porque hay un macho cerca o bien porque ha sido montada, pero no ha quedado gestante. Si esto ocurre, la gata entrará en una fase de descanso más larga, de hasta 45 días.
  5. Anestro, que son los meses de descanso que pueden extenderse hasta los 90 días. Suelen estar relacionados con los meses de menos luz.

¿Cuántos gatos puede llegar a tener una gata primeriza?

Si la gata es primeriza, lo más probable es que tenga pocos cachorros, mientras que si ya ha dado a luz con anterioridad existen más posibilidades de engendrar un mayor número de gatitos.

Por regla general y de manera común, la media en cada parto suele estar entre los 4 y 6 felinos. Sin embargo, las gatas primerizas suelen tener camadas más pequeñas, regularmente de 4 o menos crías.

Si la camada es especialmente grande hay que tener cautela y paciencia, ya que también suele ser habitual que algún gatito nazca ya sin vida o que los partos se prolonguen más de lo habitual.

Síntomas de una gata embarazada

Hay señales que son claras, y lo importante es que ante el menor atisbo de que esto suceda debemos de acudir al veterinario para que este confirme el embarazo proceda a realizar todas las pruebas que aseguren el mejor estado estado de salud posible para nuestra gata y los futuros gatitos.

Algunas de las señales evidentes que muestran el embarazo de una gata son:

  • Mamas hinchadas y de color rosado.
  • Cambios en el comportamiento: pueden ser variables en función del animal, ya que algunas gatas se muestran más cariñosas con sus cuidadores mientras que otras se vuelven más ariscas.
  • Aumento del apetito.
  • Posibles vómitos.

Algunas de las recomendaciones de cuidado de los veterinarios para nuestra gata durante este periodo son:

  • Proporcionarle agua fresca y limpia en todo momento.
  • Comida de calidad y seguimiento de su dieta sobre todo durante la lactancia.
  • Que dispongan de un lugar tranquilo para descansar.
  • Revisiones veterinarias periódicas.

El parto de la gata

Es posible averiguar más o menos el momento prestando especial atención a su comportamiento ya que se mostrará muy nerviosa, yendo de un lado a otro de la casa, y maullará con frecuencia.

El parto se divide en tres fases.

  • En la primera fase, empezarán a producirse las primeras contracciones, pero no suelen ser perceptibles a simple vista. Se mostrará inquieta y visitará el arenero con frecuencia. Tendrá además secreción vaginal.
  • En la segunda fase, se produce el nacimiento de las crías. Pueden nacer de cabeza, como los humanos, o asomando primero las patas, ambos casos son normales. El intervalo de nacimiento de cada cría es de una media hora, pero también hay excepciones.
  • En la tercera y última fase se produce la salida de las placentas, una por cada cría. Si hay menos placentas que gatitos, es posible que la gata se las haya comido o que dos gemelos hayan compartido. Lo común es que las tres fases del momento del parto se den en un plazo de entre tres y cinco horas.

Cómo es el post-parto de una gata

Cuando se convierten en madres, las gatas comienzan un comportamiento diferente al que antes tenían, ya que al cuidar de alguien se vuelven mucho más cautelosas y desconfiadas con lo que les rodea, por lo que no es extraño que no deje acercarse a su dueño a los gatitos durante los primeros días, o que permanentemente se esconda. Es algo normal que se produce por su gran instinto maternal.

También es común que la gata cambie a sus cachorros de sitio dentro de la casa con frecuencia, por lo que podemos ayudarla preparando varios rincones de la casa con mantas y cajas para que pueda ir allí con sus gatitos.

Tras los primeros tres meses, los gatitos ya serán prácticamente independientes y la gata podría quedarse embarazada de nuevo.

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