Cómo mantener la salud auditiva en perros y gatos

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La salud auditiva es un aspecto fundamental para el bienestar de nuestros amigos peludos. Tanto perros como gatos necesitan de sus oídos para desenvolverse en su entorno, comunicarse y mantener el equilibrio. Sin embargo, no siempre prestamos la atención necesaria a este sentido tan importante, lo que puede derivar en problemas que afectan su calidad de vida. En esta entrada del blog, te explicaremos cómo cuidar adecuadamente la salud auditiva de tu fiel compañero, los síntomas de posibles afecciones y las rutinas de cuidado que deberías incorporar a su vida diaria.

Por qué es importante la salud auditiva en perros y gatos

Al igual que sucede con nosotros, la audición es uno de los sentidos principales de perros y gatos. Les permite detectar sonidos a larga distancia, reaccionar a peligros potenciales y comunicarse con otros animales y con las personas que los rodean. Además, muchos de sus comportamientos sociales y de exploración dependen, en gran medida, de su capacidad auditiva.

Un problema en los oídos puede derivar en pérdida de audición, dolor, infecciones crónicas e incluso problemas de equilibrio. Por eso, prestar atención a la salud auditiva de tu compañero de cuatro patas no solo mejora su calidad de vida, sino que también ayuda a prevenir enfermedades y complicaciones a largo plazo.

Señales de alerta de problemas auditivos

Antes de adentrarnos en las rutinas de cuidado y prevención, es importante que conozcas algunas señales que pueden indicar una afección en los oídos de tu amigo peludo:

  1. Sacudidas de cabeza frecuentes: Si tu perro o gato sacude la cabeza con insistencia, puede ser un intento de aliviar molestias o dolor en la zona auditiva.
  2. Rascado continuo en las orejas: Rascarse o frotarse las orejas más de lo habitual es otro signo de que algo puede andar mal.
  3. Mal olor o secreción: Un olor desagradable, cerumen excesivo o secreción de color amarillento, marrón o verdoso pueden ser indicios de infección.
  4. Irritabilidad o cambios de humor: El dolor de oído puede hacer que tu fiel compañero se muestre más irritable o agresivo, especialmente si tocas sus orejas.
  5. Inclinar la cabeza hacia un lado: Este gesto puede indicar un problema en uno de los oídos, ya que el animal intenta compensar el desequilibrio.
  6. Pérdida de audición: Si no reacciona a sonidos que antes llamaban su atención, podría haber una disminución auditiva.

Si notas alguna de estas señales, lo más recomendable es acudir al veterinario para un diagnóstico adecuado. Las enfermedades de los oídos pueden avanzar con rapidez y es preferible actuar de forma temprana para evitar complicaciones mayores.

Cuidados básicos para mantener la salud auditiva

La prevención es la mejor herramienta para cuidar la salud auditiva de tu compañero de cuatro patas. A continuación, te presentamos algunas pautas de cuidado que puedes incluir en su rutina diaria o semanal:

  1. Revisión regular de las orejas
    Observa las orejas de tu amigo peludo con cierta frecuencia. Asegúrate de que estén limpias, sin enrojecimientos ni acumulación excesiva de cerumen. También es un buen momento para revisar si hay presencia de parásitos como garrapatas.
  2. Limpieza suave y periódica
    La limpieza de los oídos debe hacerse con productos específicos recomendados por el veterinario y nunca con bastoncillos de algodón, pues podrían empujar la suciedad hacia el interior del canal auditivo y causar lesiones. Generalmente, se aplican unas gotas de limpiador en el canal auditivo, se masajea suavemente la base de la oreja y luego se deja que el animal sacuda la cabeza para expulsar el exceso de líquido y suciedad.
  3. Evitar la humedad excesiva
    La humedad es un factor que favorece la aparición de hongos y bacterias en los oídos de perros y gatos. Si tu fiel compañero se moja al bañarse o al jugar en el agua, asegúrate de secar muy bien sus orejas, especialmente si pertenecen a una raza con orejas caídas, como los cocker spaniel o los basset hound.
  4. Vigilar el ambiente y la higiene
    Mantener limpias las camas, mantas y áreas de descanso disminuye el riesgo de que se acumulen hongos y bacterias. Además, si tu amigo peludo tiene acceso al exterior, revisa periódicamente sus orejas para detectar suciedad, espigas u otros elementos que puedan haberse introducido.
  5. Controlar el crecimiento del pelo en las orejas
    Algunas razas de perro presentan un crecimiento excesivo de pelo en el interior de la oreja. Este pelo puede retener humedad y suciedad, facilitando la proliferación de infecciones. En estos casos, tu veterinario o un peluquero canino de confianza puede recortar cuidadosamente el pelo para mejorar la ventilación del canal auditivo.

Enfermedades auditivas más comunes

Es útil conocer cuáles son las afecciones más frecuentes en los oídos de perros y gatos, para poder detectarlas a tiempo:

  1. Otitis externa: Se trata de la inflamación del canal auditivo externo. Puede ser causada por bacterias, hongos, parásitos (ácaros del oído) o reacciones alérgicas. Los síntomas incluyen picor, enrojecimiento, secreción y mal olor.
  2. Otitis media e interna: Ocurren cuando la infección se extiende hacia las partes más profundas del oído. Pueden provocar síntomas más graves, como pérdida de equilibrio y audición, inclinación de la cabeza y dolor intenso.
  3. Ácaros del oído: Son pequeños parásitos que se alojan en el canal auditivo, provocando picor intenso y secreción oscura. Son más comunes en gatos, pero también pueden afectar a los perros.
  4. Pólipos o tumores: Aunque menos comunes, pueden obstruir el canal auditivo y producir signos similares a los de una otitis.

Si sospechas que tu amigo peludo sufre de alguna de estas enfermedades, no intentes medicarlo por tu cuenta. Es fundamental que el veterinario realice un diagnóstico preciso y prescriba el tratamiento adecuado.

Consejos adicionales para cuidar la salud auditiva

  • Visitas regulares al veterinario: Un chequeo al menos una vez al año ayuda a detectar problemas de oído antes de que se agraven.
  • Atención a razas propensas: Algunas razas de perro son más susceptibles a padecer otitis por la forma de sus orejas (colgantes o muy peludas), mientras que ciertos gatos pueden estar más expuestos a parásitos si pasan mucho tiempo al aire libre.
  • Uso de protectores auditivos en situaciones especiales: En casos de ruidos intensos o de prolongada exposición a sonidos fuertes, puede ser útil consultar con el veterinario sobre protectores auditivos diseñados específicamente para perros. Esto puede ser relevante en momentos de fuegos artificiales o tormentas eléctricas.

Cuidar la salud auditiva de tu fiel compañero es una tarea esencial para garantizar su bienestar a largo plazo. Mediante una rutina de revisiones periódicas, limpiezas suaves y visitas regulares al veterinario, podrás detectar posibles problemas a tiempo y prevenir complicaciones mayores. Además, es fundamental adaptar los cuidados a las necesidades específicas de tu amigo peludo, prestando especial atención a aquellos con predisposición a problemas auditivos.

La prevención y la atención temprana pueden marcar la diferencia entre un pequeño contratiempo y una afección grave. Si notas algún síntoma inusual o cambios en el comportamiento de tu perro o gato relacionados con sus oídos, no dudes en consultar con un profesional. Con un cuidado adecuado y mucho cariño, tu compañero de cuatro patas podrá disfrutar de una audición saludable durante toda su vida.

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